1. Su correo electrónico no es privado.
2. Es posible que su correo electrónico no sea enviado al destinatario deseado.
3. Su correo electrónico puede seguir existiendo incluso después de eliminarlo.
El siguiente artículo explica la verdad de estas importantes realidades y por qué debería preocuparse si envía mensajes confidenciales por correo electrónico.
1. El Problema de Privacidad
Cuando envía un mensaje de correo electrónico desde el ordenador A al ordenador B, pasa a través de una o más máquinas (C, D, E, etc.) durante su viaje.
En cada paso del camino, un individuo sin escrúpulos con acceso a la máquina intermedia puede tener la oportunidad de leer - o incluso alterar - su mensaje de correo electrónico.
Dentro de una intranet privada (es decir, una red de empresa), tales violaciones de privacidad podrían ocurrir si:
- El personal de TI con acceso al servidor de correo no tuviera escrúpulos;
- El personal no autorizado tenía acceso al servidor de correo (por ejemplo, si alguien se retira del servidor sin salir de la sesión); o
- Las medidas de seguridad diseñadas para mantener a los hackers fuera del servidor de correo fueran insuficientes o no se aplicaran rigurosamente.
Cuando el correo electrónico se envía a través de Internet (una red pública) los riesgos se vuelven notablemente más altos.
Si envía un mensaje de correo electrónico de Sydney a Nueva York, puede pasar por media docena de máquinas en su viaje, cada una de las cuales está sujeta a los riesgos mencionados anteriormente.
Así, los peligros se acumulan con cada máquina extra que el mensaje visite antes de llegar a su destino.
2. El problema de Identidad
Otro riesgo con el correo electrónico es que usted realmente no sabe quién lo recibirá.
Esto sucede porque algunas personas eligen reenviar (es decir, desviar) su correo electrónico a otra persona o autorizar a otra persona a leerla para ellos.
Por ejemplo, si envía un mensaje a un colega mayor recuerde que el correo electrónico de esta persona podría ser leído por su secretaria o suplente.
Eso puede ser incómodo.
Conozco un caso en el que un gerente envió un informe por correo electrónico a su CEO describiendo el mal desempeño de un funcionario de oficina.
Lamentablemente, el director general había enviado su correo electrónico a su secretaria.
Ese día el funcionario administrativo en cuestión fue el secretario leyó el informe criticándolo.
Esto llevó a todo tipo de problemas dentro de la empresa.
3. El problema de la Eliminación/Destrucción de los Correos Electrónicos
Otro asunto de privacidad relacionado con el correo electrónico involucra lo que sucede cuando elimina un mensaje de correo electrónico.
Usted esperaría que la eliminación de un mensaje de correo electrónico lo destruya irremediablemente.
Esto no suele ser el caso.
De hecho, es un trabajo muy duro borrar cada copia de una pieza de correo electrónico.
Hay muchas maneras de que un mensaje de correo electrónico "eliminado" siga estando accesible:
1. Las copias de seguridad diarias o semanales del servidor de correo pueden contener mensajes que fueron eliminados posteriormente.
2. Cuando elimina un mensaje de correo electrónico, muchos programas de correo electrónico simplemente se mueven a una carpeta de basura, en lugar de Borrarlo.
El correo no es realmente destruido hasta que seleccione su "Vaciar la Papelera" (o similar).
Ese es el momento en que el mensaje local es realmente eliminado.
3. Incluso después de vaciar la carpeta de basura, muchos programas de correo electrónico todavía archivan los mensajes eliminados durante un período de tiempo antes de borrarlos permanentemente.
Durante este período de archivo (30-90 días es típico) el mensaje podría estar disponible para personas no autorizadas que logren acceso al programa cliente.
4. Incluso después de que un archivo se elimine del disco duro de una computadora, la información está disponible hasta que esa parte de la superficie del disco se sobrescriba con nueva información.
Durante este período los archivos borrados podrían estar disponibles para personas sin escrúpulos con acceso físico a la computadora.
5. Incluso si usted toma medidas para evitar todos los problemas potenciales anteriormente mencionados, recuerde que el mensaje de correo electrónico probablemente se encuentre disponible en el PC de la persona a la que lo envió (o de quien se lo haya enviado a usted).
4. Conclusiones
La moraleja de esta historia es clara: el correo electrónico no es un medio privado.
No envíe mensajes por correo electrónico a menos que esté cómodo asumiendo que puedan ser leídos por personas que no sean los Destinatarios.
Así que la próxima vez que vaya a presionar ese botón "Enviar", pregúntese "¿Me siento bien si esto fuera visto públicamente? "
Si no, ¡agarre el teléfono!