(Yo sé: yo soy la única persona en el planeta a quien no le gustó ver a Julie Andrews en ese papel.)
Pero escribir anuncios publicitarios me hace recordar a jugar basquetbol, es algo que quisiera ser en mi próxima reencarnación, en donde tendré seis pies de alto y estaré coordinada.
Muchos de nosotros comenzamos pensando que deberíamos escribir el escrito de principio a fin.
Comenzar con una apertura espectacular de tal manera que atrapemos la atención del lector.
- Adicionar viñetas.
- Insertar un llamado a la acción.
- Crear un subtítulo atractivo.
- Más viñetas,
- Otro llamado a la acción.
Pero es muy fácil atascarse cuando se escribe la introducción para una carta de ventas.
Sabemos que es importante, de tal manera que continuamos puliéndola.
Y entre más duro trabajemos, más frustrados nos sentiremos.
Al menos, eso me pasa a mí.
Entónces, ¿cómo cerramos ese ciclo? Bajando la presión.
¡No escriba únicamente una introducción para la carta de ventas! Escriba a dos o tres en estilos totalmente diferentes, nada más para divertirse.
Y entonces no pare de escribir. Siga adelante.
Y frecuentemente esa apertura espectacular aparecerá luego de que usted haya escrito una o dos páginas... o diez.
Yo escribo demasiado. Frecuentemente yo actualizo tres blogs.
Escribo toneladas de artículos y revisiones de libros.
Y escribo muchos libros electrónicos.
¿Cómo lo hago?
Me imagino que muchas personas odian a lo que he escrito y al cabo de un tiempo reviso y digo “¿Cómo pude haber escrito eso?”
¿Y qué pasa con eso?
Algunas personas les encanta lo que yo escribo y compran libros electrónicos.
Muy frecuentemente personas que han comprado unos de mis libros electrónicos regresan y compran más.
Ellos son felices. Yo estoy entusiasmada.
Esta es mi forma de pensar: Si escribo lo suficiente, una parte de ese material tiene que ser bueno.
En mi experiencia, la única manera de escribir una carta de ventas que llame a la acción es escribir y escribir muchas y muchas cartas de ventas malas.
Esté dispuesto a guardarlo todo.
Algún día, cuando usted lea lo que usted escribió, usted se va a dar cuenta, “Está era una gema y yo no lo sabía en ese momento!”
¿En qué se parece este estilo de trabajo a jugar basquetbol?
Una de mí jugadoras favoritas de basquetbol es Diana Taurasi del equipo Phoenix Mercury. He seguido su carrera desde que ella era una novata en UConn.
Su carrera ha sido comparada con la de Magic Johnson como una de las más grandes jugadoras femeninas que hayan existido.
Un comentarista deportivo dijo alguna vez, “Diana nunca vio un pase que no le gustara.” Ella realiza lanzamientos desde todas partes, aún cuando ella juega con un equipo doble (lo que desde luego pasa muy frecuentemente) y tiene una mano agitando enfrente de su cara.
La mayoría del tiempo ella se ve que se está divirtiendo (excepto cuando el público la rechifla por discutir con los jueces, quienes son bastante intimidantes en la WNBA).
Ella ha realizado muchos malos pases, y muchas veces, ha tenido realmente malos juegos. Pero ella tiene una categoría de estrella por probar esos pases una y otra vez.
Y cuando ella está en la cima, ella realiza los mejores pases y los hace parecer sencillos.
Los jugadores que continuamente se pasan el balón, esperan por el tiro perfecto, cruzan el campo tímidamente.
Los fanáticos se sienten frustrados.
Ni modo imaginar lo que piensan los entrenadores. Los jugadores tímidos finalmente crean desconcierto porque en estos días existen excelentes jugadores en ambos equipos.
Desperdicie un pase y su oponente saldrá derecho a anotar un punto.
Ese es mi enfoque para la redacción de anuncios publicitarios.
Realice muchas jugadas.
Espere que surjan discusiones con quienes se autodenominen jueces (como el mejor amigo de su cliente, que se considere una experta en redacción de anuncios publicitarios debido que tomó una clase mercadeo y obtuvo una B luego de haber habilitado el curso tres veces).
Y sobre todo, sienta que usted está disfrutándolo.
Sus fanáticos siempre lo sabrán.
Este artículo ha sido traducido al español y publicado con autorización expresa de la autora.
Artículo traducido en español especialmente para AutorVirtual.com por Monica Yaneth Loeb Willes